Un aula universitaria en los años 80 y otra actual no guardan muchas diferencias: un profesor, una pizarra y alumnos que toman apuntes con plumas sobre papel.
Esto deja claro que estamos bastante retrasados en la aplicación de la tecnología en la enseñanza, que van más allá de la pizarra electrónica.
Los celulares, la inteligencia artificial y la Realidad Aumentada, entre otros, son algunas de las nuevas tecnologías que los maestros deben adoptar para mejorar el nivel educativo y ser más eficaces, pero sin sustituir al profesor.

El docente debe saber no sólo de pedagogía, sino también de interacción, porque eso va a ayudar a que sus alumnos aprendan más.
En este sentido, la Realidad Aumentada potencia en los alumnos la autoexploración, la creatividad y la curiosidad, esenciales en un buen aprendizaje.
En STEAM MAKERS utilizamos esta tecnología para desarrollar el proceso cognitivo y utilizar el celular en clases con herramientas propias que sirvan al propósito de la enseñanza. Por ejemplo, pueden servir para determinar en un tiempo real si los alumnos están adquiriendo los conocimientos necesarios que el profesor está impartiendo.